Cierro los ojos. Inhalo, exhalo. Con dedos aprensivos, aprieto el teclado. Letra a letra surge el nombre de las níveas profundidades de la pantalla: Lisha. Cuando yo de niño terminaba una tarea a la que me hubiese resistido mucho, mi madre (si hay…
Powered by WPeMatico
Ir a la fuente
Author: